miércoles, 13 de abril de 2011

El enigma de la felicidad...

A veces me gustaría saber si alguien ha tocado la felicidad más allá que con la punta de los dedos... En ocasiones la he perseguido... Un día el azar logró que me susurrara al oído... Hoy, definitivamente, ya no se a que juega conmigo...

3 comentarios:

Sueños Rotos dijo...

Hola amiga, al igual que después de mucho tiempo he vuelto a escribir, también vuelvo a leer y comentar :)

Tremenda palabrita esa, un poquito larga y tan fácil de decir y lanzar alegremente... y la gran mayoría de las veces sin ser plenamente conscientes de la GRANDEZA que engloba, tanta, que para mí resulta la palabra más difícil (por no decir imposible) de definir de todo nuestro diccionario.

Como bien dices, es todo un enigma, y yo hace mucho tiempo que tengo claro, que solamente se puede dar una "explicación" de ella o de lo que significa a nivel personal, es imposible generalizarla, englobarla o etiquetarla, pues cada un@ de nosotr@s la definiriá según sus propias vivencias, anhelos, sueños, deseos, expectativas...en definitiva, según haya ido discurriendo o discurra su propia vida.

Y es que soy de la opinión de que "Felicidad", no se trata más que de un caminito en nuestro gran trayecto, un desvío muchas veces, un sitio en el que puedes permanecer un cierto tiempo, pero nunca indefinidamente. Muchas veces tú decides cúanto tiempo quedarte, como en el lugar donde te apetece perderte una temporada. Pero la mayoría, no es elección nuestra el tiempo de nuestra "parada" allí. La propia vida se encarga de limitar la estancia, de decidir cuándo tendremos disponible una habitación para nosotros y también cuando debemos abandonarla.

Puedes perseguirla (creo que nunca dejamos de hacerlo), puede susurrarte al oído (lo hace bastante a menudo), puedes tocarla con la punta de los dedos (esto menos frecuentemente)...pero de "jugar con nosotros", no cesa nunca.

Personalmente te mentiría si no te dijera que en un determinado momento de mi vida, no la toqué con la punta de los dedos sino que tuve el inmenso privilegio de abrazarla con todo mi ser. Después, me obligaron a desprenderme de ella y durante muchos, muchos años, no supe ni de sus señas para enviarle una triste postal y hacerle saber que quería volver a verla, que la echaba de menos. Y hoy en día, pues más o menos en eso andamos, finalmente terminó enviándome su dirección, pero de desencuentro en desencuentro tras varias mudanzas por ambas partes, seguimos persiguiéndonos mutuamente con el único fin de pararnos a tomar un café cara a cara y charlar de todos estos años sin vernos...

Así que ya ves, ella sigue jugando al despiste conmigo cambiando de aspecto y de ciudad cada dos por tres, pero yo que soy así de cabezona, no me canso ni cansaré de segirla persiguiendo...hasta que consiga sentarla por fin y pueda volver darle ese abrazo de viejas amigas que hace tanto tiempo que ansío darle.

P.D. Te recomiendo que no dejes de seguirle la pista, es una profesional en escabullirse, pero el tesón puede con ella y acaba por rendirse ;)

Un beso y un abrazo grandes!

Sueños Rotos dijo...

(madre mía, que cuando le iba a dar a "publicar comentario" se me ha encendido la luz de darle a "vista previa"...y buf! si es que he escrito más que en muchas entradas! jaja! LO SIENTO!! de verdad, lo siento mucho, pero esa palabrita...me inspira que no veas! bueno: ¡creo que sí que has podido verlo bien! jaja! DE VERDAD QUE LO SIENTO!! Muchas veces me gustaría aprender a ser breve...! :)

Encarni dijo...

Gracias por todas y cada una de tus palabras. Me encanta que hayas escrito tanto porque eso me hace ver que nos unimos mediante una delgada línea cuando lees lo que escribo.

La felicidad no es un estado en el que te puedas encontrar eternamente, hay aspectos de tu vida que te hacen feliz pero supongo que siempre hay algo que nos falta, somos inconformistas por naturaleza.

Mi abuela decía que "los buenos momentos hay que buscarlos porque los malos llegan solos".

La felicidad hay que disfrutarla porque son instantes, a veces más y a veces menos, pero existen.

Un besote!