Recuerdo la primera vez que te dibujé este "símbolo" en la mano. Era una noche de junio y estudiábamos para los exámenes en la sala de estudio de la residencia. Me preguntaste que significaba y te contesté "nada", eso era lo especial. Hemos sido nosotros los que le hemos dado un significado con el transcurso de los años. No tengo una palabra que lo defina pero si un sentimiento. De esa noche hace ya seis años y me sigue pareciendo ayer... Intento no pensar en los cambios que debo afrontar. Cuando regrese tú ya no estarás tan cerca y no voy a poder evitar sentirme un poco sola.
Aún hoy algunas personas me preguntan porque sigo llevándome bien contigo... Es cierto que hubieron momentos muy grises, que lloré durante meses cada noche, con cada canción, con cada lugar... pero para mi pesan mucho más las miles de veces que me has hecho reír, que me has levantado y me has abrazado durante toda la noche cuando he sentido que mi mundo se rompía en mil pedazos, porque jamás has dejado que me sienta sola.
Voy a echar de menos nuestros "cola cao" en la escalera de la facultad, nuestras "cenas de gordos", nuestros ratitos en el sofá, nuestras discusiones por tu impuntualidad, tu frente blandita, tus abrazos, tu sonrisa, tu mirada... te voy a echar tanto de menos...
Jamás habrá suficientes kilómetros de distancia entre nosotros como para que nos hagan sentir lejos...
Te adoro por cada instante que hemos compartido, por cada sueño, por cada ilusión... y por los momentos que nos quedan por vivir... Eres la única persona que sabe "escuchar" mi mirada...
Te quiero cosita...
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