En muchas ocasiones las situaciones del presente son consecuencias del pasado. Lo que hace que esté aquí sentada escribiendo tiene dos puntos de referencia, uno en el "ayer" y otro en el "hoy".
Cuando en ese "ayer" te llenan de miedo y de desconfianza, es inevitable que el "hoy" sufra las consecuencias, aun cuando lo merece menos que nadie.
Supongo que lo único que se puede hacer es no dejar que influya demasiado y esperar pacientemente que el tiempo lo cure todo.
Comprendí que "hoy" es perfecto para ser feliz y espero no dejar de pensarlo ni un solo dia al despertar...
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