domingo, 2 de diciembre de 2007

Tardes de domingo...


Como viene siendo habitual en las últimas semanas, necesitaba mi ración de chuches y coca cola para poder empezar a estudiar, así que me puse un jersey, cogí mi bolso y me fui en su busca. Supongo que por el día y la hora que era, domingo a las cinco de la tarde, las calles estaban desiertas y es ahí cuando al percatarme de la situación dejé de andar para empezar a caminar, observar, sentir. Las hojas de los árboles ya habían cambiado su color verde por un marrón más apagado, típico del otoño. El olor a leña invadía el ambiente y el Sol iluminaba suavemente cada rincón. Parecía que todo estuviera quieto, en silencio esperando que algo sucediera. Y fue en ese instante cuando se me antojó imaginarme los minutos futuros. Llegaría a casa, dejaría el bolso y las chuches en la mesa del salón. Cogería leña y encendería la chimenea. Luego iría hasta mi mesita de noche para coger el libro que vela mis sueños después de que yo lea algunas de sus páginas antes de dormir. Volvería al salón, pondría la coca cola cerca, tiraría algunos cojines en la alfombra y me tumbaría en ella a leer. Disfrutaría de ese ratito porque se que tú romperías el silencio en cuanto llegaras para hacerme sonreír como cada día...


Y es cierto que esa "vuelta a casa" no ha sido como imaginaba por el camino pero se que algún día sucederá, porque los sueños no hay que dejar de perseguirlos hasta que conseguimos que se hagan realidad.

9 comentarios:

Mas Afuera dijo...

Me gustó la reflexión que haces, de una simple salida a caminar a comprar (jaja, que es eso de "chuches"???)... en mi vida y casi a diario, me dedico a observar y a dedicar parte de mis pensamientos a sueños que espero se concreticen en su momento, solo espero que eso no demore demasiado. Ah, y respecto a tu post de mas abajo, te juro que lo pense hace 4 dias atras, tomar un avion y perderme en algun lugar, quizas Nepal o el Tibet... caminar con mis binoculares, mi mochila y una camara fotografica...
Abrazos desde el Sur de Chile: mARCo.

Lunettas dijo...

Mi querida Encarni, una vez más, heme aquí leyendo tus crónicas ... y pues se me antojó escribirte, si bien es cierto que hay que perseguir los sueños... trata de hacerlo caminando, para que lo disfrutes al máximo...
Recuerda que "el sufrimiento no es la base del exito".

Miles de besos para ti...
Lu*_~

Mas Afuera dijo...

buuu, te deje un comentario?...lo leiste?

Abrazos, Marco.

Encarni dijo...

Hola Marco, el comentario del día 6no me había llegado al correo, por suerte lo encontré. Las chuches son gominolas, caramelos blandos... no se como lo llamais vosotros. Los paseos se vuelven mucho más agradables cuando observas las cosas que te rodean. El Tibet seguro que es un lugar perfecto para perderse, yo me hubiera conformado con perderme unos días, por ejemplo, por Italia.

Un beso y gracias por pasarte por aquí.

Encarni dijo...

Hola Lunettas, que cierto es lo que me dices, hay que caminar cuando se persiguen los sueños, si corres te dejas muchas cosas por el camino.

Espero no olvidar jamás tu frase, gracias por ella.

Besos.

. dijo...

precioso escribes, se notan tus sentimientos

que suerte de estar en esa estación del año, mi preferida

besos
claudia

Anónimo dijo...

Hola!! Cuanto tiempo sin escribirte! Hasta yo me sorprendo porque me paso por aqui más de lo que crees, pero hoy he sentido la necesidad de escribir sobre este comentario al que le llevo dando vueltas todo el fin de semana, aunque se que es de hace 15 días.

Y es que mis sueños son el motor de mi vida,pero como magistralmente dice lunettas hay que disfrutar no solo de ellos, si no del camino que recorremos hasta llegar allí. Creo que vuestros comentarios me van a ayudar a saborear ese universio de pequeñas cosas que solo se destapa si estamos dispuestos a dejarnos arrastrar momentáneamente por él, disfrutando sin tiempo ni espacio de cada remanso en camino hacia lo que perseguimos. Porque no sabemos si llegaremos, pero esos instantes nunca podrá robarnoslos nadie.

Por cierto Encarni, me encanta la descripción de esa tarde de domingo otoñal. Me recordó mucho a un paseo que di el otro dia junto al río que recorre mi ciudad. Daban ganas de sentarse con un colacao caliente frente la chimenea.Vaya primor. Sigue escribiendo así de sincera por favor.

Gracias por este espacio y a ver si aparezco pronto para seguir ayudando a construir esa playita.

Un cariñoso saludo.

CDM

Encarni dijo...

Hola Claudia! No creo que ninguna de las cuatro estaciones sea fea, a veces simplemente es que no prestamos atención a nuestro alrededor. Cuando abres los ojos de verdad te das cuenta del encanto que puede tener todo.

Por allá es final de primavera comienzo de verano si no me equivoco, tú también me das envidia, no imaginas cuanto me gusta sentir el solecito en la piel!!!

Un besote enorme.

Encarni dijo...

Hola CDM. Mucho tiempo sin verte, me atrevería a decir demasiado!!!

Lunettas y tú tenéis mucha razón, lo importante no es solo conseguir los sueños sino disfrutar del camino que nos lleva a ellos, por triste que sea, a veces eso se nos olvida.

Esa tarde otoñal que describo podría haber sido como cualquier otra, en la que paso por la misma calle sin observar nada, pero no se que es lo que la hacía especial, aún cuando la recuerdo se me dibuja una sonrisa en la cara.

Aunque en mi relato disfruto de ese ratito con una coca cola no descarto la posibilidad de un cola cao calentito, jeje. Intento dejar la coca cola pero ella no me quiere dejar!!

Todo lo que escribo es porque lo siento, porque cualquier objeto, situación, persona, me ha provocado algo, así que creo que la sinceridad es lo que jamás faltará aquí, de todas formas intentaré no olvidarlo.

Como tú dices espero seguir viéndote por aquí y que me sigas aportando esos granitos de arena, imprescindibles para construir la playa. Aunque suene un poco "ñoño" esto sin vosotros no tendría mucho sentido.

Un besote enorme.