Hace un año que me percaté de su presencia. Él sin saberlo me hace compañía en mis horas de estudio. Este año ha decidido practicar el nudismo sin importarle la mirada de los demás. No se su nombre pero se cuanto le fastidia que Alex se vaya de la casa y no lo lleve. Él se deja la voz desde el balcón con rejas llamándolo pero nunca le da resultado. Es travieso, rebelde y todo eso con apenas dos años, no creo que aún haya cumplido los tres. Dentro de unos años él dejará de sentarse con sus juguetes en el balcón y yo dejaré de pasar horas estudiando frente a esta ventana pero seguro que me seguiré acordando de él.
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