miércoles, 28 de marzo de 2007

No sé como decirte...

Tras el fatídico día en el laboratorio, mi estado de ánimo se ve afectado. Le contesto mal a quién menos lo merece... aunque en realidad lo que necesitaba era algo muy distinto. De vuelta al hogar, observo una casa donde ya no vive nadie y en la cuál me refugiaba en días como éste, incluso eso hace que mi enfado aumente. En mi habitación me enfado porque alguien no supo leer lo que mis ojos gritaban. Tras un rato tirada en mi cama, decido hacer una llamada y disculparme, al otro lado... una respuesta amable. Tal vez no sepa descifrar mi mirada pero aguantó la tempestad sin un solo reproche.
Alguien se preguntará al leer esto ¿enfadada por qué?... Quién me conoce, o dicho de otra forma, para quién mi mirada no guarda secretos sabrá que no estaba enfadada, simplemente... triste.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hace dias que te observo, y he contado con los dedos, cuantas veces te has reido y una mano me ha valido...
hace tiempo alguien me dijo cual era el mejor remedio, cuando sin motivo alguno se te iba el mundo al suelo...
te tiendo la mano, tu agarra todo el brazo, y si salgo corriendo, tu me agarras por el cuello, y si quieres más pues GRITAAAAAAAAAA