lunes, 4 de febrero de 2008

Hace poco escribía "Esto es solo el principio..." y no me equivoqué, porque estoy segura de que nos queda tanto por vivir... Estos han sido los primeros carnavales y no serán los últimos.
Martínez Ares escribió hace un tiempo un estribillo que tú me cantaste hace unos días y que me ha cautivado...

Tengo una venda ayayay... en los ojitos.
Tú me envenenas ayayay... yo me derrito.
Yo te enamoro ayayay... y tú me encelas.
¡Qué más quieres corazón! ¡Dímelo Cai por Dios
que te estoy queriendo a ciegas!


No dejes jamás de llenar mis mañanas de canciones...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Que bonito pisha!!! Que arte más grande tiene la niña de mis ojos.

Seguro que hay muchos Carnavales, aunque yo con el tiempo aprendí que la única forma de vivirlo es en la calle, no creas nada de lo que canten, todo es mentira, todos matarían por un premio en el Falla y ninguno se parte la garganta si no hay compensación económica. Esta es la otra cara del Carnaval de Cádiz, que hay que conocer para poder disfrutar de su parte buena, que también la tiene.

¡¡¡Ten Febrero compasión, te lo suplica este bufón, apiadate de nosostros !!!
Viva Cádiz y su pregonero.

Un beso de un gran ex-carnavalero

Encarni dijo...

Seguro que no se parten el pecho tantos como dicen, eso sucede en todos los lugares. Te haré caso, lo seguiré viviendo en la calle y espero que por mucho tiempo.

¿Por qué tengo la extraña sensación de que contigo vivo siempre en carnavales?

A ver si un día me aclaras eso de "ex-carnavalero" porque cualquiera lo diría... jaja.

Un besote.