Tengo un secreto. Un secreto que me muero por contar pero no puedo. Cuando cuentas un secreto deja de serlo, y entonces es menos bonito, porque pierde la magia. Ese secreto es un lugar, me gusta guardar secretos sobre lugares, solemos guardar secretos sobre personas, cosas que alguien te dijo porque un gusano le comía las entrañas, esos secretos se convierten en confidencias y te limitas a escuchar. Mi secreto no se escucha, se ve y se siente. Es un secreto sin barreras, no se esconde ni miente, no apto para aquel que no arriesga, tampoco para quien no sabe ver, porque mirar sabemos todos. Mi secreto da vértigo. Y en ese lugar el tiempo se dilata. Pero no te lo voy a describir porque cada uno lo debe descubrir. Porque no todos lo van a saber apreciar. Porque al describirlo, lo mismo que al contarlo la magia se pierde. Porque cada vez hay menos lugares mágicos.
Escrito por Elvira, mi princesa.
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