sábado, 21 de abril de 2007

Un regalo de mi princesa...

PRINCESA una canción que tanto tanto tanto me gusta, para ti, y recuerda abriendo puertas y cerrando ventanas conseguimos que la gente entre en nuestras vidas sin que se escape, pero si y solo si cerramos ventanas, te adoro.

Entre la cirrosis y la sobredosis
andas siempre, muñeca.
Con tu sucia camisa y, en lugar de sonrisa,
una especie de mueca.
¿Como no imaginarte,
como no recordarte
hace apenas dos años?
Cuando eras la princesa
de la boca de fresa,
cuando tenias aún
esa formade hacerme daño.
Ahora es demasiado tarde, princesa.
Buscate otro perro que te ladre, princesa.
Maldito sea el que levante entre tú y yo
un silencio oscuro, del que
ya solo sales para decirme, "vale, dejame veinte duros".
Ya no te tengo miedo nena,
pero no puedo seguirte en tu viaje.
Cuántas veces hubiera dado la vida entera
porque tú me pidieras llevarte el equipaje.
Ahora es demasiado tarde, princesa...
Tú que sembraste en todas las islas de la moda
las flores de tu gracia,
¿Cómo no ibas a verte envuelta
en una muerte con asalto a farmacia?
¿Con que ley condenarte si somos juez
y parte todos de tus andanzas?
Sigue con tus movidas,
pero no pidas que me pase la vida
pagándote fianzas.
Ahora es demasiado tarde, princesa
Buscate otro perro que te ladre, princesa
Enviado por Elvira.

1 comentario:

Encarni dijo...

Para mi princesa:

Como ya he dejado por ahí escrito, esto a veces tiene sentido porque tú estás ahí, siempre a mi lado. Para reir, para llorar, para saltar juntas en los charcos. Este año nos han separado muchos kilómetros,la diferencia con años anteriores es que no te podia tocar pero yo te he seguido sintiendo igual de cerca que siempre.

Esta vida a veces te hace pasarlo mal y llegamos a pensar que todo es un desastre...pero personas tan maravillosas como tú hacen que todo recobré el sentido y que vuelva a brillar la luz por la mañana.

Gracias por darme esa energía que a veces necesito, por regalarme esta canción, por saber que me sucede sin necesidad de hablar.

Te quiero. Que no deje de contar...